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Béatrice Van Ez - Le Perru, nacida en 1954, vive y trabaja en La Roche Blanche, pueblo ubicado a 40 kilometros de la ciudad de Nantes (Loire Atlantique 44, Oeste de Francia). Pintor de cuadros - Iconógrafo, Béatrice no tiene una educación académica sino basada en sus encuentros con artistas "artesanos" que le permitieron volver a encontrar el camino de una pasión dejada entre paréntesis durante muchos años. Sus obras son varias: de madera, lienzo... al óleo, acuarela... En los primeros años Béatrice se dedicaba exclusivamente a exponer y vender sus creaciones. Pero hace 5 anos, frente al deseo persistente de los aficionados de arte de entender y aprender su trabajo, decidió responder a esta fuerte solicitud y empezó a enseñar su saber y sus conocimientos prácticos y técnicos.

"Siento que tengo la misión de transmitir mis conocimientos... y testimoniar de la paz interior que representa la creación artistica..."

- Sus Obras:

- Clases y Cursillos:

1 - Las Técnicas Artesanales, el oficio de un pintor profesional:

2 - Las Técnicas Medievales y Góticas:

3 - Las Técnicas del Renacimiento:

4 - El Icono: no es una pintura religiosa o profana, sino una Escritura.

Los iconos ayudan a que la oración sea bella. Son como ventanas que se abren hacia las realidades del Reino de Dios y las hacen presentes en nuestra oración aquí en la tierra. Son una llamada a nuestra propia transfiguración.
Siendo imagen, el icono no es solamente pura ilustración o decoración. El icono es el símbolo de la encarnación, es presencia que ofrece a los ojos el mensaje espiritual que la Palabra dirige a los oídos.
El fundamente de los iconos es, según san Juan Damasceno (siglo VIII), la venida de Cristo a la tierra. La salvación está unida a la encarnación del verbo divino y en consencuencia a la materia. "En otros tiempos, Dios, el incorporal y el invisible, nunca era representado. Pero ahora que Dios se ha manifestado en la carne y ha habitado entre los hombres, represento lo visible de Dios. No adoro la materia, sino adoro al creador de la materia, que se ha vuelto materia por mi causa, que ha querido habitar la materia y que, por la materia, ha logrado mi salvación".
Por la fe que expresa, por su belleza y por su profundidad, el icono puede abrir un espacio de paz y sostener una espera. Invita a acoger el misterio de la salvación incluso en la carne y hasta en la creación.

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© Las obras presentadas en estas páginas están protegidas por las leyes Francesas del Código de la Propiedad Intelectual , Artículos L-111-1 y L-112-1 del CPI (ley del 15 de julio del 1992).

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